viernes, agosto 25, 2006

Una gota en "blues"


La veía caer temblorosa, casi con miedo, del lado de afuera del vidrio de la puerta del tren que vuelve para el Oeste. Todo es lluvia en Bs. As. Y no sé bien por qué es como si todo se entristeciera. Como si la lluvia fuera el llanto de los cielos. El color gris es el color de la tristeza, el gotán, el blues que pervive en cada alma. El agua siempre tiene un magnetismo tan atroz... Borges tiene razón: todas las lluvias son iguales. Todas nos remiten a los mismos recuerdos.
Y caía. Qué duro que es este cristal que hoy es la vida. Caía como si fuera una lágrima. Ella iba hacia el caudal de un hilo de agua que descendía. Y se moría. Iba a morir como mueren todas las gotas. Y yo, que contemplaba la fascinación de la fugacidad de la vida, pensaba:
¡Qué buen blues que es esa gota!
Efímera, se moría, mientras me miraba contemplarla en la fascinación de la fugacidad de la muerte. Y ella, temblorosa, se moría, pensaba:
¡Qué triste que es este tren!
Once-23 de agosto de 2005.

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